A continuación describimos palmo a palmo el contenido de la navegación que realizamos durante cinco días por el litoral de Ibiza y Formentera.
¡Surca las aguas de las Pitiusas con nosotros!
Esta ruta forma parte de la producción audiovisual Costeando Ibiza y Formentera, incluida dentro de la colección de videos náuticos de A TODA VELA.
Antes de ser conocida por sus discotecas, Ibiza fue reconocida por Griegos, Cartagineses, Romanos y Árabes por su situación estratégica, la calidad de sus Salinas y su actividad comercial en distintas épocas.
La historia de Ibiza nos cuenta que antes de Llamarse Ibiza o Eivissa, tuvo otros nombres; Ebusus para los romanos o Yebishá para los árabes o Ibosism para los cartagineses.

Hoy, Ibiza es reconocida como una de las islas más bonitas y con más magia del mundo, con parajes y calas donde se puede disfrutar de una paz y sosiego únicos. La mezcla de culturas, la han convertido en un lugar muy tolerante, con decenas de culturas ancestrales y de tribus modernas.
Ibiza es la isla mayor, después Formentera y otros 50 islotes. El archipiélago recibe el nombre de Islas Pitiusas (islas de los pinos).

Navegar por Ibiza es una experiencia inolvidable. El vídeo Costeando Ibiza y Formentera te muestra los fondeaderos, calas, playas, puertos, islotes, restingas, cabos, accidentes geográficos, etc.
Todo lo necesario para conocer con precisión en litoral de Ibiza y Formentera. Alquilar un barco en Ibiza es una opción para conocer toda la isla desde el mar. Alquilar un velero, es una buena opción para navegar por Ibiza y Formentera con tranquilidad y disfrutando pausadamente del litoral ibicenco. Tardaremos más en recorrer las costas de las Pitiusas, pero de eso se trata, ¿no?

Día 1
Damos comienzo a nuestra travesía por Ibiza y Formentera, zarpando del puerto natural de Ibiza.
El puerto de Ibiza es de fácil entrada con cualquier situación meteorológica. Tiene un buen resguardo y sus marinas deportivas, dan cabida a más de 1200 yates.
Los Puertos del Estado, situados al suroeste, junto al puerto comercial que albergan barcos de más de 20 mts. Al norte, se encuentra el Club Náutico, con cabida para 300 embarcaciones. Sus amarres son privados. Reserva 20 para yates de paso. En el nordeste del puerto, donde se encuentran las instalaciones de IBIZA HARBOUR. que da cobijo a los barcos participantes en la regata “Ruta de la Sal”. En él se encuentra una de las discotecas más populares de Ibiza: El Divino. Es la marina más grande del puerto con capacidad para 536 amarres de hasta 40 metros. Marina BOTAFOCH, el puerto más exclusivo de Ibiza. Muchos famosos atracan aquí sus lujosas embarcaciones. La marina, con excelentes instalaciones, tiene capacidad para 428 yates con amarres de hasta 30 metros.

Saliendo del puerto de Ibiza, por babor vemos el faro del BOTAFOCH, convertido en un símbolo de la ciudad durante mucho tiempo. Hoy está algo desvirtuado por el espigón creado para proteger al puerto de los vientos y el oleaje, sobre todo en los temporales de levante propios del verano. A poco menos de una milla al sur del islote BOTAFOCH, nos encontramos con dos islotes que dejamos por babor: Son Es Daus (los dados). El señalizado con una baliza es ES Dau Gross y el otro es ES Dau Petit. En el verano de 2007, aquí naufragó el buque mercante Don Pedro, que hoy es un pecio.
A menos de una milla hacia el sur, los islotes Malvins, frente a la isla de las Ratas. Enfrente la playa de Figueretas; playa ciudadana. El agua es muy transparente y se ve claramente el color de sus fondos, divisando los lechos de arena, entre las algas. Por los islotes Malvins se puede navegar cuidando de no acercarse mucho a sus rocas, pues no se encuentran balizados. A continuación de Figueretas, está la mayor playa de la isla de Ibiza; la playa d’en Bossa, que alberga algunos de los lugares de ocio juvenil más conocidos en el mundo. (Bora Bora, Space, …). No es conveniente acercarnos demasiado ya que la sonda baja bastante. Ni siquiera lejos, se puede fondear, pues está abierta a muchos vientos.
En le extremo sur de D’en Bossa, vemos la primera de las torres de vigilancia de la isla; la torre de la Sal Rossa, con dos pequeños fondeaderos de lecho desigual. Estas torres tenían como misión observar la llegada de posibles amenazas por mar y poder comunicarse con el resto de la isla mediante distintas señales. Por eso desde cada torre se veían siempre otras dos, una a cada lado. Al SE de la torre, junto a la costa, está la isla de Sal Rosa.

Enfrente hay un islote no balizado; es la isla de la Esponja, muy peligroso en travesías nocturnas, ya que su baja cota lo puede hacer imperceptible.
Pasada
la sal Rossa, observamos otras calas que no tienen buen fondo. Son
reducto de pescadores con sus casetas para guardar sus pequeñas
embarcaciones. Este tipo de calas las vamos a ver por toda la isla y son
verdaderos remansos de paz. Continuamos navegando por ibiza
Inmediatamente después nos encontramos con una de las playas más conocidas de la isla, la playa de Es Caballet, muy famosa por ser punto de encuentro de nudistas. No es buen fondeadero, pues aunque tiene buen fondo, está expuesto a todos los vientos de componente Norte, Sur y Este.
En este punto, dejamos la costa de Ibiza. Navegando a Formentera, deberemos de de afrontar el paso de los Freus. Un conjunto de islotes y rocas que requieren mucha atención, pues hay zonas de muy poco calado.

Los Freus son atravesados diariamente por todo tipo de embarcaciones, incluyendo los Ferrys que hacen su ruta hacia la península ibérica. Hay tres pasos diferenciados. El Freu Chico, que es el que está situado más al norte. Muy estrecho y poco profundo. Solo para embarcaciones de muy poco calado. El Freu Mediano, que se encuentra entre el islote Caragolé (al norte) y la isla de los Ahorcados al sur. En el centro del canal hay una profundidad de 3 ó 4 mts.
Entre la isla de los Ahorcados y la dels Porcs, está el Freu Grande, un paso franco que, aunque tiene una sonda relativamente baja, proporciona seguridad incluso para los grandes barcos mercantes y de pasaje. El paso, tiene una milla de ancho y está muy bien balizado mediante una marca cardinal sur, al suroeste de la isla de los Ahorcados y una cardinal norte, al norte de la isla dels Porcs. Mucho cuidado en esta zona ya que hay pasos que parecen francos y que no lo son. Estemos muy atentos a la carta náutica, especialmente si no conocemos los pasos. Los clarísimos fondos de los Freus se deben a bancos de arena fina, que dan un tono muy bonito al agua pero que se mueven con las fuertes corrientes de la zona haciendo variar la sonda de forma importante. Los Freus, están situados dentro Parque Natural de Ses Salines.
Dejamos a babor la baliza cardinal norte y el faro d´en Pou, en la isla dels Porcs y entramos en la zona de influencia de Formentera. Navegar en Formentera, es otra de las grandes sensaciones a bordo de un velero.
Divisemos desde la altura las costas de Ibiza y Formentera.
A babor descubrimos la isla de Espalmador. Nos acercamos a la costa y recorremos el islote hacia el Sur. A babor, cerca del litoral, la isla de Ses Torretes, y poco después, por estribor, el islote Castaví. Mucho cuidado pues entre el islote y tierra hay peligrosas escollos. A continuación, una playa de arena muy fina y blanca.

Estamos en el puerto de Espalmador,
un lugar donde va mucha gente a ponerse barro en el cuerpo por sus
propiedades aparentemente curativas. Quedamos maravillados por sus
fondos y colores. Esto parece el Caribe. Delante de la playa hay una
isla pequeña; la isla de s’Alga. El conjunto es un lugar delicioso para
fondear con buen tiempo. El fondo es de arena fina y alga posidonia.Al
fondear en Espalmador, tener la precaución de respetar las praderas de
posidonias al echar el ancla.
Tras la declaración de Patrimonio de la Humanidad de las praderas de Poseidonia de las Pitiusas y la creación del parque natural de Ses Salines, no se puede fondear con ancla, pero hay numerosas boyas que, salvo en Agosto, suelen dar abasto para todos los barcos que acuden a este fondeadero. Tendremos que solicitar permiso con bastante antelación para poder estar fondeados a la boya durante tres días como máximo.

La mágica luz del Mediterráneo, adquiere aquí su máximo esplendor. Vamos a comenzar a navegar por Formentera. Siguiendo más al sur, nos encontramos ya con la isla de Formentera. Entre Espalmador y Formentera hay un paso engañoso llamado Paso des Trucadors, también. Mucho cuidado, no paséis nunca.
Hay rocas a flor de agua y grandes masas de arena que convierten el paso en un peligro permanente. No hay calado. Sin ir más lejos, al otro lado del Freu, divisamos un velero varado en la playa, seguramente por no tomar precauciones.
Al sur de Trucadors, tenemos el fondeadero de Playa Trucadors. Ojo pues en sus extremos hay afloramientos rocosos. A continuación las islas Redona y Pouet. Dos pequeñas islas con tres islotes que dan resguardo a un fondeadero con poco calado (2/3 metros), situado en una bahía de arena. Las dejamos por babor. Estamos navegando por Formentera.

Illetas es una amplia playa en el poniente de una lengua de tierra muy estrecha. La estrategia de fondeo está clara: si sopla levante nos quedaremos aquí y si sopla poniente daremos la vuelta a la isla y nos iremos al otro lado de lengua, a la playa de Llevant, donde encontraremos un buen fondeadero muy similar a este.
Continuamos navegando la costa de Formentera y disfrutando de la paz que Formentera nos brinda. Siguiendo la costa y cayendo algunos grados al SW, llegamos al puerto de la Sabina, un buen puerto de refugio aunque muy pequeño para las necesidades de la isla.En pleno verano, al igual que en los puertos de Ibiza, es prácticamente imposible encontrar un amarre.

Aquí llegan embarcaciones deportivas y los ferrys que cubren diariamente el trayecto Ibiza-Formentera. Integrada en el mismo puerto, está cala Sabina, poco propicia para el fondeo por su pequeño tamaño. Abandonamos el puerto y continuamos navegando y recorriendo el litoral con rumbo sur.
Viramos Punta Pedrera. ¿Porqué es conocida Punta Pedrera? Pues aquí durante muchos años se extrajo la piedra Mares, una piedra caliza, para la construcción de las casas ibicencas o construcciones como la torre de Punta de Sa Gavina que divisamos en la costa.
Milla y media después, nos acercamos a una esplendida cala con fondos arenosos; Cala Saona. Cerrada y protegida de los vientos del Sur. Un excelente sitio para pasar la noche. La sonda es de 4 metros. Un buen fondeadero para descansar en nuestra navegación por Formentera.

Un faro cilíndrico y blanco en lo alto de un acantilado nos señala el Cap de Barbaría, el extremo más al sur de las Pitiusas. No conviene acercarse demasiado, pues hay numerosos escollos en sus proximidades; su nombre se debe a lo que entonces se llamaban “los bárbaros”. Por aquí atacaban la isla.

Viramos el cabo y ponemos rumbo este, hacia el extremo más oriental de Formentera. Nos encontramos en la zona menos navegada de la isla. Aprovechamos la brisa y llegamos a una larga playa orientada al Sur, de fondos arenosos. Se trata de la playa de Mitjorn, con 5 Kms. de longitud y muy abierta. ¡Qué maravilloso es organizar las vacaciones en velero en torno a Formentera!
Después, descubrimos el colosal Faro de la Mola, un espectacular acantilado de 192 metros de altura coronado por un faro y escenario de algunas películas. Muy cerca del faro hay un monumento en memoria de Julio Verne, que lo empleó en algunos de sus libros y lo definió como un lugar mágico: el faro del fin del mundo. Estamos navegando a vela en Formentera.

Una vez rodeada La Mola, encontraremos Cala Racó d´es Mares, pequeña cala con buen abrigo y paredes de roca frecuentada por barcos pesqueros, al comienzo de la playa de Tramontana. Esta larga bahía con más roca que arena se extiende a lo largo de tres millas en dirección NW. También es un buen sitio para pasar la noche si no tenemos viento de levante.Hasta aquí puede ser una tranquila travesía del primer día de navegación con nuestro barco alquilado en Ibiza.
Día 2
El segundo día, continuamos nuestra travesía. Ponemos rumbo a Punta Prima. Antes nos acercamos a la costa para contemplar de cerca su acantilado con numerosas grutas. Tengamos cuidado al norte del islote, pues hay numerosos escollos.

Viramos Punta Prima, con su torre de vigilancia y entramos en Es Pujols. La cala está plagada de bajos y con rocas en su parte NW. Mucho cuidado. Tiene una pequeña playa protegida por un islote. Es Pujols no es un buen fondeadero. La aproximación es complicada.continuamos navegando por la costa de Formentera.
Salimos de la cala y un poco más al norte llegamos a la Playa de Llevant, la opuesta a Illetas por la que pasamos ayer. Nuevamente Es Trucadors, ahora desde este lado. A lo lejos, ya divisamos los islotes de Es Vedrá, que luego visitaremos.
Dejamos la costa de Formentera y pasamos por Espalmador de nuevo, dejándolo por babor, mientras que por estribor vemos el islote de S’Espardell, de baja cota y sin apenas vegetación. En su costa oeste hay un fondeadero muy tranquilo.

Tengamos cuidado al norte del islote, pues hay numerosos escollos. Hemos recorrido Formentera y de nuevo nos encontramos con los Freus que volveremos a pasarlos con todas las precauciones y observando las dos balizas, Norte y Sur que nos indican el camino. Por estribor, la Isla de los Ahorcados. Nada más superar su cardinal Sur, ponemos rumbo a la Ensenada de la Canal, ya en Ibiza, donde se encuentra la playa de las Salinas. Antes, contemplamos con el mar en calma, las islas Negras y una visión panorámica de los Freus.

Nos acercamos a la playa de las Salinas, una de las más conocidas de Ibiza. En su extremo norte se puede observar el muelle que aún emplean los barcos salineros para transportar la sal que aquí se produce. El fondeadero está bien protegido y está flanqueado por dunas y sabinas. La playa, de fina arena, es de gran belleza, y es muy conocida por ser el punto de concentración de jóvenes en sus cuatro chiringuitos. En el interior, junto al aeropuerto de Ibiza, están Las Salinas. Son una zona protegida y traen a muchas aves migratorias en primavera y verano.
Estamos en nuestro segundo día de navegación y nos quedan por descubrir algunas de las mejores calas de Ibiza. Las encontraremos en diferentes puntos de la isla. Nos aguarda una costa muy cambiante y quebrada. Cada fragmento de la costa de Ibiza tiene su propia personalidad. Para descubrir Ibiza, lo ideal es no tener prisa y dejarse llevar por las velas de nuestro barco, recalando en sus magnificas calas. Navegar a vela en Ibiza y poder disfrutar de estos fondeaderos es todo un privilegio. Cada cala tiene diferentes características y en todas ellas en paisaje nos acoge, inspirando serenidad y bienestar.

Continuamos navegando por Ibiza y enseguida nos encontramos con Punta Rama y su Farayón. Dejamos un generoso resguardo de al menos 500 metros, pues existen varios peligros frente a la costa. A continuación, Cabo Falcó así llamado porque su forma recuerda a la cabeza de un halcón. Una vez superado el cabo llegamos a la Ensenada de Es Codolar, que es una playa de cantos rodados. No es un buen fondeadero. Además se encuentra en la línea de prolongación de las pistas del aeropuerto con el consiguiente ruido.

Inmediatamente después y antes de virar Punta Yondal, llegamos a dos calitas que se llaman igual: Sa Caleta, una larga bahía frecuentada por pescadores, donde podremos fondear en 10 metros. Aquí hay restos de un poblado púnico. Merece la perna visitarlo.
Ibiza hace honor, como en tantos otros parajes de la isla, a su ancestral nombre; Pitiusas, islas de los pinos. El pino en una constante en el paisaje costero de Ibiza.

Viramos Punta Yondal y nos encontramos con la magnífica Cala Jondal; un extenso arenal bien resguardado salvo para vientos del sur, en el que podemos fondear y pasar la noche con una sonda de unos 6 metros con fondos de arena y alga. En tierra hay varios restaurantes y chiringuitos. Al oeste de la cala, en una pequeña calita denominada Es Torrent.

Después de Cala Jondal; la Punta de Port Roig (Purroch). En lo más alto, divisamos algunas las mansiones más espectaculares de Ibiza. El cabo protege muy bien una pequeña bahía que alberga uno de los mejores fondeaderos de la isla; la Cala de Port Roig, que está rodeada de acantilados rojizos inclinados.
Viramos el cabo Llentrisca y vislumbramos dos peñascos de grandes proporciones. Son los islotes de Es Vedrá. El más alto se llama “Es Vedrá” y el bajo, “Es Vedranell”. Dos espectaculares islotes con fuertes vertientes escarpadas y cortadas a pico. Cuando nos acercamos, quedamos impresionados por los casi 400 metros de altura. Es Vedrá tiene numerosas leyendas desde tiempos inmemoriales y es en sí, un símbolo de Ibiza. Cuando se viene de la península, este islote es lo primero que se atisba en el horizonte, sirviéndonos de guía. Desde la costa, si el día está muy claro, podemos divisar la península Ibérica. Actualmente las islas están pobladas por cabras salvajes. También hay una colonia de cormoranes.

La torre d’en Savinar, desde su atalaya, vigila perenne el devenir de las embarcaciones que se acercan a Es Vedrá. Desde aquí se divisa la península si el día está claro, como en este fotograma del vídeo. Entre ambos islotes el paso es de 200 mts. y hay una sonda de 10 metros. Mucha precaución con un escollo a tener en cuenta que está situado a una milla al NW de Es Vedrá. Es una pequeña roca a flor de agua denominada La Bota. Un peligro oculto bajo en agua. Entre Es Vedranell y el Cap Jueu, tenemos un amplio canal de 750 mts. y una sonda mínima de 10,8 mts. Desde Es Vedrá hasta la bahía de San Antonio, encontraremos la mayor densidad de playas de Ibiza y las mejores en los meses de verano, pues al estar orientadas a poniente, están protegidas de los habituales temporales de levante.
Continuamos navegando por el litoral de Ibiza. Ahora recalaremos en otra cala fantástica: Cala D’Hort, de arena fina y buen fondeadero con sonda de 5 a 10 metros. El fondeadero está protegido por altos acantilados y por dos islas frente a la costa. En el norte de Cala D’Hort, está el restaurante Es Boladó, especializado en arroz a la marinera y langosta. Un buen sitio para desembarcar y degustar otra de sus especialidades; el “café caleta”, una pócima energética. Desde el restaurante se disfruta de una privilegiada vista. A menos de media milla, llegamos a una pequeña cala, situada entre dos promontorios rojizos y difícil de distinguir desde el mar: Cala Carbó. Un buen fondeadero.

Seguimos navegando y a poco más de una milla nos encontramos en una preciosa cala. Su nombre, Cala Vadella, rodeada como tantas, de pinos y sabinas y con promontorios a ambos lados. Profundiza mucho en la costa por lo que nos proporciona un buen abrigo. El fondo es de arena y algas. Al igual que en otras calas encontramos peligrosos escollos. Prestemos atención a la carta náutica. Poco más al norte llegamos a Cala Molí, preciosa cala muy protegida de los vientos de tierra por elevados acantilados y apta también para el fondeo.

A continuación, después de pasar por una pequeña cala de pescadores, encontraremos Cala Tarida, una larga bahía con playas de arena interrumpidas por afloramientos rocosos. Cala Tarida es un inmenso arenal donde se puede fondear sin problemas. En ella encontraremos varios restaurantes y un chiringuito a pié de playa. En la parte norte de la cala, hay una pequeña cala ideal para fondear con vientos del norte y del este.
La siguiente cala es Cala Corral, con vertientes rocosas y que tiene un pequeño puerto privado de poco calado y cerrado al público. Siguiendo hacía el Norte pasamos por Cala Llentia. Una pequeña cala con paredes de acantilado y playa.

A poco más de una milla en dirección NW, llegamos a la isla; S’Espartá, que nos ofrece un generoso paso de 1000 metros con la costa, y 30 metros de profundidad mínima. Detrás de ella, a unas 2 millas y en dirección NW observamos un conjunto de cinco islotes, que constituyen el archipiélago de las islas Bledas. Merece la pena acercarse a ellas. La isla central, la Bleda plana, tiene un faro y en sus proximidades presenta algún escollo. Mucha precaución; mantener poca marcha y un tripulante observando en la proa. Hemos dado una vuelta por las Bledas y ahora nos dirigimos a la costa pero antes vamos a ver la isla Conejera y la isla del Bosque. Entre ambas hay un engañoso paso, con muy poco calado. Mejor evitarlo. Entre la isla del Bosque e Ibiza, no intentemos pasar, hay muchas piedras en superficie. Así pues, bordeamos ambas islas por fuera. Continuamos navegando el litoral de la isla y doblamos el faro de Conejera, situado en un elevado promontorio, que representa una estupenda señal para los que vienen de la península con rumbo a San Antonio.
Antes de dejar la isla, nos acercamos a su ensenada abierta al Este. Allí, en una larga bahía de arena llamada Estancia De Dins, abierta al NE, podemos fondear.
El fondo es de arena y algas. En la ensenada hay un pequeño pantalán al que podemos llegar con la auxiliar, pasear por la isla e incluso subir hasta el faro. Conejera da paso a la Bahía de San Antonio, preciosa y excelente para practicar la vela con un buen resguardo.
Regresamos a la costa y descubrimos una de las calas con el agua más deliciosa de Ibiza; Cala Compte. Sus fondos hacen que el agua se vea de un verde esmeralda muy parecido al que vimos en Illetas, en Formentera. Son tres playas abiertas poco recomendables para el fondeo. Aunque podemos echar el ancla frente a la playa que está bordeada por chamizos de pescadores. Estamos en una de las calas preferidas por los habitantes y turistas de S. Antonio. En su interior hay dunas que aportan a este paraje una extraordinaria belleza. Doblamos la Punta Torre de Rovira. Impresionante torre construida en 1763 y dejamos el islote Payaret por babor. A estribor se encuentra Cala Roig, un fondeadero muy malo por sus numerosos bajos y enfilamos Cala Bassa, una magnífica cala de arena fina, rodeada de pinos y rocas. Sus aguas son limpias y transparentes. Al este de la cala hay grutas en la roca, que configuran agradables espacios para el baño. El fondeo lo haremos en 6 mts. A una milla de Cala Bassa, está Port des Turrent, una amplia cala abierta al sector norte con paredes rocosas y playa de arena fina. Fondear en 4/6 metros en arena y roca.

Una milla más y nos disponemos a entrar en el puerto de San Antonio Entramos en la bahía dejando a estribor el amplio fondeadero, ocupado durante todo el año por bastantes barcos amarrados a boyas. El barco que hemos alquilado, tiene atraque en el Club Náutico de San Antonio. Esta segunda etapa hasta San Antonio, puede resultar muy interesante. Un buen sitio para cerrar la segunda jornada de navegación por Ibiza y Formentera.
Al atardecer podemos unirnos al colectivo de personas que diariamente se dan cita en el emblemático Café del Mar, para contemplar la puesta de sol en el mar. Un espectáculo que podremos ver desde muchos lugares de la isla, pero que aquí ha adquirido una especial relevancia, congregando diariamente a multitud de personas.
Despedimos esta segunda jornada de navegación desde tierra, contemplando un impresionante crepúsculo.
Día 3
La tercera jornada, vamos a continuar navegando por Ibiza y Formentera y recorriendo una de las zonas más deshabitadas de la isla de Ibiza. Salimos de San Antonio, dejando por babor Conejera y la Isla del Bosque. Vamos a adentrarnos, en la costa más agreste y más bonita de Ibiza. La falta de playas, ha hecho que la construcción no haya avanzado como en otras partes de la isla. Costearemos y disfrutaremos de sus despejadas costas y de las fantásticas vistas del litoral.
Ponemos rumbo NW, hacia Cabo Blanco que se encuentra a una milla. Detrás del cabo, se encuentra Cala Grassio y Cala Grassioneta, abiertas al W y SW. La primera más grande que la segunda pero ambas encantadoras. En las dos se puede fondear sin problemas con sondas de 4 a 6 metros en arena. Media milla más al norte, doblamos el Cap Negret y encontramos una zona de rocas planas denominada; Punta Galera. En los últimos años estas piedras planas han dado cobijo a muchos bañistas que huyen de la masificación de las playas. Después se abre Cala Salada, otra excelente playa arenosa y bien protegida salvo con vientos de poniente. Es un excelente fondeadero. Al norte de la playa hay una piedra un tanto peligrosa que se encuentra a unos 2,5 metros de la superficie. Al noroeste de la cala, S´Illeta, pequeña isla muy cercana a la orilla.

También al Norte podemos observar una pequeña cala llena de encanto a la que es difícil acceder desde tierra. Se trata de Cala Saladeta. Su entorno es igualmente natural, solo alterado por alguna privilegiada casa. Continuamos costeando ahora con rumbo NW, admirando los acantilados. Pasamos por delante de un gran promontorio, el Cap Nonó. Aunque las dimensiones no son las mismas, esta costa nos recuerda mucho a la costa norte de Mallorca.
Al fondo vemos dos peñascos. Se trata de las islas Margalidas. Cerca de los islotes nos encontraremos en una zona de belleza extraordinaria, tanto en el mar como en tierra. Esta zona recibe el nombre de Ses Amunts. Aquí, ya no vemos casas por ninguna parte.
Disfrutamos de la belleza del lugar y observamos este curioso túnel, no practicable para un velero, pero si para una pequeña embarcación. Podemos recalar en la parte norte de la isla mayor, en una especie de herradura. Estamos en una zona perfecta para practicar el buceo y disfrutar de sus fondos. Damos una vuelta por las MARGALIDES.

Ahora nos dirigimos a otro acantilado de gran belleza; la Punta de Ses Torretes. A continuación el Cabo de Aubarca, coronado por un cono a 262 mts. que marca la entrada a Cala Aubarca. Disfrutamos del silencio y de la paz del entorno. Solo una caseta de pescadores y nadie en los alrededores. El fondo no es demasiado bueno para fondear pero hay zonas de arena que podemos aprovechar. En las rocas del Sur hay algunas cuevas naturales. La cala es un paraíso salvaje.
Seguimos nuestro viaje hacia el NE y virando el alto promontorio del CAP Rubió, recalamos en la preciosa; Cala Portixol, muy pequeña pero tan placentera como la de Aubarca.

Portixol está rodeado de grandes acantilados que se llama Na Xamena. En lo alto podemos ver el Hotel Hacienda. Un hotel de 5 estrellas. No es difícil de imaginar las vistas que desde allí tenemos y las puestas de sol. En esta enorme bahía, rodeada de acantilados, disfrutaremos de paz y tranquilidad.
Continuamos nuestro recorrido y vemos la isla Murada. La rodeamos y llegamos al Puerto de San Miguel, un puerto natural bastante profundo y de gran abrigo con su playa al fondo. Entrando en el puerto, a la derecha la Isla del Bosch con una fenomenal residencia y que se une a la costa mediante un istmo artificial. Salimos de San Miguel, y un poco más al NE está Benirrás, una cala precedida por una roca en forma de monolito; el islote Bernat.

Dicen que este islote parece una escultura de la Reina Isabel en su trono. Esta Cala, con la luna llena, es punto de encuentro para cientos de jóvenes que se concentran para hacer sonar sus tambores. Toda una fiesta que ya cuenta con años de tradición. Hacemos un alto en el camino y fondeamos. Ya estamos navegando por el norte de la isla de Ibiza y podemos observar, los montes, acantilados y pinos que se suceden sin rupturas.
Dejamos un buen resguardo con las islas d’en Calders. Después, entramos en Cala Blanc, del estilo de Cala Aubarca, aislada y solitaria. Doblamos la punta Xarraco y nos encontramos con una preciosa cala:

Cala Xarraca, con un elevado promontorio de 70 metros poblado de pinos. No es un buen fondeadero, pues hay piedras que afloran o que velan, pero nos detenemos un rato y disfrutamos de su paisaje azul y verde.
Proseguimos nuestra ruta por la costa norte de Ibiza. La próxima recalada será Portinatx.

El conjunto lo forman dos calas, un puerto natural y una urbanización estable que tiene vida todo el año. La cala está abierta al NW y N. Primero nos encontraremos con s’Arenal Petit e inmediatamente con s’Arenal Gross, ambas playas son de arena muy fina. Los fondos, son de arena dura y poco asentados. Hay peligro de garreo. En Portinatx encontraremos chiringuitos y restaurantes.

Ahora navegamos al extremo más septentrional de la isla de Ibiza:
Punta Moscarté, coronada por un estupendo faro. Bordeamos el faro y descendemos por la costa para recalar primero en Cala D’en Serra, una cala de roca de bonitas vistas en la que podemos fondear. La cala esta abierta al NE. Continuamos recorriendo esta bella costa ibicenca y nos aproximamos al Port de ses Caletes.
Descubrimos que es una amplia y preciosa cala de pescadores, pero con pocas posibilidades para el fondeo. Desde la Punta Nin del Corbo, nuestra cámara descubre el otro lado de la cala a través de las caprichosas ventanas que nos ofrece el arrecife.
Pasamos el Escull del Pas y después a milla y media en dirección a levante, se encuentran las islas FURMIGUES que profundizan en el mar 500 metros. Es aconsejable pasarlas por fuera.

Continuamos costeando y llegamos a Cala Clapé. Una pequeña cala abierta al sector norte y bordeada por rocas. Pasaremos la punta des Jonc y a lo lejos vemos Punta Vells, en el extremo más oriental de Ibiza y enfrente de la isla de Tagomago. Pero antes recalaremos en Clot des LLamp, práctico fondeadero para cruzar a Mallorca. Observamos los cortes del acantilado que seguro harían las delicias de un geólogo.

Enseguida, Punta Grosa con su faro en ruinas, que da entrada a la Cala de San Vicente, conocida como Sa Cala. Uno de los destinos preferidos de los ibicencos. El faro está inactivo desde 1913, fecha en la que el faro de Tagomago comenzó a alumbrar, apagando así la luz de Punta Grossa definitivamente. Nos aproximamos a San Vicente. Se trata de una magnífica cala con grandes arenales. Podemos fondear cerca de la orilla entre 3 y 6 metros de arena. La cala está abierta al SE. Es un buen sitio para pasar la noche. San Vicente es un remanso de paz donde las embarcaciones parecen estar suspendidas en el aire gracias a la claridad de sus aguas.
Día 4
Afrontamos nuestro cuarto día de navegación por Ibiza y Formentera. Levantamos el fondeo y nos dirigimos a playa Figueral. Una cala arenosa y muy abierta, por lo que no es de recomendable el fondeo. Además hay numerosos escollos a media milla de la costa. A poco menos de una milla, está la Losa Figueral, balizada con una marca de peligro aislado. Es una piedra de 30 por 18 metros que en su punto máximo sonda 3 metros.
La dejamos por babor y a estribor vemos Es Pou des Lleo, conjunto de calas de pescadores con muy poco calado y malos fondos pero preciosa y con buenos restaurantes en la costa. Cuidado en el fondeo pues hay rocas peligrosas a ambos lados de la bahía y alguna no figura en la carta náutica. Descubrimos un promontorio de 67 metros; es Punta Valls, justo enfrente de la isla de Tagomago, desde aquí hay una estupenda panorámica de esta isla.

Tagomago se encuentra a una milla de distancia al este de Punta Valls y la distancia máxima de la isla, es también de 1 milla.
Vamos a rodear la isla de Tagomago. Nos acercamos por su costa norte y en el centro vemos una depresión con una casa en el centro. En esa depresión hay un pequeño embarcadero que nos permitirá bajar a tierra con la auxiliar. Superamos unos escollos denominados Escull de Tramontana y nos introducimos en la Olla de Tramontana, un fondeadero situado en la parte nordeste de la isla.

Continuamos dando la vuelta a la isla, pasando junto al faro, que señaliza su extremo oriental. Llegamos al fondeadero del SW.
Dejamos Tagomago y nos acercamos de nuevo a la costa de Ibiza, hacia cabo Roig.

Doblamos el cabo y nos encontramos con Cala Boix, pequeña cala en la que es posible fondear con garantías sin acercarnos demasiado a las rocas.

Desde tierra, a esta cala se accede por unas empinadas escaleras. Arriba hay tres restaurantes con buen pescado. Seguimos la travesía por Ibiza e inmediatamente nos encontramos con tres calas más: Cala Mastella, Cala Llenya y Cala Nova.
Cala Mastella es una cala muy pequeña de arena y un varadero de pescadores. No es buena para fondear ya que es una cala muy estrecha y el borneo puede ser un problema.

A continuación, Cala Llenya. Es mucho más amplia. El fondo es de arena. Se encuentra muy expuesta a los vientos del cuadrante SE. Fondear en 5 metros. Recalamos ahora en Cala Nova, tan amplia como la anterior y donde podemos fondear en arena, siempre que los vientos no sean del cuadrante SE. Nada más dejar Cala Nova, encontraremos la isla d’es Caná y Sa Galera que pasaremos por fuera.
A poco menos de una milla al SSE, está la Losa de Santa Eularia que puede dar sondas de solo 1,6 metros. Se encuentra balizada por una marca de peligro aislado, ya sabéis, franjas rojas y negras y dos bolas negras coronándola y de noche, emitiendo dos destellos de luz blanca.

Salvo con mala mar no es detectable a simple vista. Más cerca de la costa, a 500 metros, está la isla de Santa Eularia, otro islote muy cercano a la costa ibicenca que será mejor bordearlo, especialmente si el mar no está tranquilo.
Tres escollos más, al oeste de la isla de Santa Eularia; Isla Redona, Isla Morenallet y Es Caragolet, complican un poco más la navegación por esta zona. Lo mejor será superar la Losa por fuera con lo que habremos salvado también el conjunto de islotes.

Y llegamos a la Bahía de Santa Eularia, el segundo pueblo más importante de la isla después de San Antonio y por supuesto de la ciudad de Ibiza. Entremos en el puerto.
La Marina es amplia, con 755 amarres y se encuentra al norte de la bahía. Su aproximación es fácil excepto con vientos fuertes del S ó SE. En la ensenada de Santa Eularia, cerca de la desembocadura del río y a media milla al SW del puerto, podemos fondear entre 3 y 5 metros. Atracaremos en el puerto y pasaremos aquí la noche. Santa Eularia es un pueblo tranquilo, lejos de la Ibiza cosmopolita y el San Antonio ruidoso y más bien orientado al turismo familiar, con un excelente puerto deportivo en el que podemos encontrar amarres salvando el mes de agosto.
Día 5
Esta quinta jornada de navegación va a ser muy corta, pues estamos nuevamente cerca de la ciudad de Ibiza. Hasta Ibiza nos aguardan pocos fondeaderos, pero alguno de gran belleza, como Cala Llonga, hacia donde nos dirigimos.

Cala Llonga, está situada a milla y media de Sta. Eularia. Es una cala muy profunda, de unos 700 metros, con playa arenosa y numerosas edificaciones. Cautivados por la belleza de la cala, decidimos fondear. Como no tenemos ninguna prisa, pasaremos aquí un buen rato. Los fondos son de arena pero no conviene acercarse demasiado a la playa; un buen punto puede ser a unos 300 metros de ella. Los vientos de componente Este son los que más pueden afectar negativamente al fondeo.

Dejamos Cala Llonga y doblamos el Cap Llibrell, donde hay un peligroso escollo en su extremo, que nos aconseja darle cierto resguardo. Enseguida, está Cala Castellá, una amplia bahía abierta al E, S y SW. Después, dejamos por estribor, Cala Olivera, pues no tiene buenas condiciones para el fondeo. Vemos la urbanización de Roca Llisa y enfrente, dos pequeñas islas: Lladó del norte y Lladó del sur. El paso entre estas y tierra es bastante holgado.

Antes del cap Martinet, al NE del mismo, encontramos otro pequeño fondeadero que no tiene nombre, aunque en alguna guía aparece como: Cala Roja. Está al abrigo de un alto acantilado. Viramos el cabo Martinet. Con la ciudad de Ibiza al fondo, nos adentramos en el último fondeadero de nuestro recorrido; la amplia Bahía de Talamanca.
Al sur de la bahía, también podemos fondear pegados a la Isla Grossa junto a un promontorio sobre fondos de unos 7 metros de arena y alga.

Talamanca puede ser un buen sitio de fondeo para estar cerca de Ibiza, donde amarrar en verano es misión imposible.
Bordeamos Isla Grossa y descubrimos el faro de Botafoc que es un símbolo de la isla. Apreciamos la majestuosa imagen de la ciudad alta de Ibiza y entramos de nuevo en su puerto, para dar por finalizado nuestra navegación por las Pitiusas.

Ha sido una gran experiencia navegar por Ibiza y Formentera. Esta singladura está inmortalizada en el video Costeando Ibiza y Formentera junto con el resto de los videos de Baleares incluidos en la Colección A TODA VELA.
Te animamos a que navegues por Ibiza y Formentera y descubras sus maravillosos fondeaderos. ¡Hasta pronto!