«Imagina una travesía donde el océano se encuentra con el cosmos, guiada por dos figuras legendarias: Juan Sebastián Elcano y Carl Sagan.»
Una novela corta para soñar y ayudar.
En octubre de 2024, mi socia y pareja, July Echevarría y yo, decidimos embarcarnos en un nuevo proyecto: escribir una novela corta que sirviera como recuerdo para todas aquellas personas que han vivido la experiencia de Realidad Virtual de Sea Starlight: «Una aventura entre el mar y las estrellas».
La idea nació con un propósito claro: unir en un mismo punto del espacio y el tiempo a sus dos protagonistas, Juan Sebastián Elcano y Carl Sagan, acompañados por Juan, un joven de Sanlúcar de Barrameda, creando un puente entre la historia, la ciencia y la pasión por el mar y las estrellas, resaltando la importancia de la navegación astronómica en sus travesías.
Esta novela es un homenaje a quienes aman el océano, el cosmos y las hazañas de los navegantes que marcaron la historia. Pero, además, tiene un propósito solidario: todos los beneficios obtenidos con su venta se destinarán íntegramente a la Fundación El Gancho Infantil, una organización comprometida con proyectos que ayudan a jóvenes en situación de vulnerabilidad.
«Por solo 1 €, puedes sumarte a esta iniciativa y contribuir a una gran causa mientras disfrutas de una historia que te hará viajar entre el mar y las estrellas. Acceso a la novela
Como adelanto, aquí te dejamos el primer capítulo de la novela.
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Prefacio.
Esta novela corta nace de esa conexión eterna entre el cielo y el mar, entre el pasado que nos trajo hasta aquí y el futuro que espera nuestras decisiones. Es un relato que nos invita a reflexionar sobre la magnitud de lo que nos rodea: los vastos océanos que cubren la mayor parte de nuestro planeta y los misterios infinitos del universo, ambos tan imponentes como frágiles.
El objetivo de esta novela es complementar las experiencias Sea Starlight (*), tanto en las salidas de observación astronómica desde un velero, como especialmente en las experiencias de realidad virtual náutica ofrecidas en ‘Una aventura entre el mar y las estrellas’, con la que esta novela corta guarda un gran paralelismo y en la que se han inspirado los autores para llevarla a cabo. con la que esta novela corta tiene un gran paralelismo y en la que se han inspirado los autores para llevarla a cabo. Motivo por el cual, la han bautizado con el mismo nombre.
En “Una Aventura entre el Mar y las Estrellas”, Juan, un joven de 15 años, recibe un encargo inesperado de su profesor: escribir un relato sobre el cosmos inspirado en el célebre astrónomo Carl Sagan. Durante la noche de San Juan, su amiga Lucía sugiere incluir al navegante Juan Sebastián Elcano en su historia, ya que ambos, en sus propios tiempos, miraron al cielo en busca de respuestas. Esa noche, Juan cae en un sueño profundo, transportado a una aventura donde Elcano y Sagan se encuentran en una travesía sin igual.
A lo largo de este viaje, la conexión entre el cosmos y los océanos se convierte en un hilo conductor, similar a la observación de estrellas desde el mar, revelando cómo los grandes desafíos de la humanidad, tanto en el cielo como en el mar, están unidos por el mismo espíritu explorador. Los protagonistas enfrentan tormentas, cielos estrellados y momentos de introspección, mientras Sagan ofrece un vistazo a la ciencia y la naturaleza que sostienen la vida en la Tierra, incluyendo el papel fundamental de la Luna en el equilibrio del planeta.
Esta novela es tanto un viaje épico como un mensaje para preservar nuestro planeta y su lugar en el cosmos. Entre la ciencia y la historia, “Una Aventura entre el Mar y las Estrellas” es una exploración de los lazos que conectan a generaciones de soñadores y navegantes, invitándonos a mirar al cielo con la misma curiosidad que a las profundidades del mar.
(*) Las experiencias Sea Starlight están disponibles a través de la web: www.navegaconestrellas.com
Capítulo 1.- La noche de San Juan.
El último día de instituto había terminado. Juan, un chico de 15 años con la cabeza llena de pensamientos atropellados, caminaba lentamente hacia su casa. El profesor de ciencias les había dado una tarea inesperada: escribir un relato sobre el espacio y el cosmos, inspirado en el famoso divulgador científico ya fallecido, Carl Sagan, autor de la serie de TV y el libro, “El Cosmos”. El problema era que Juan conocía algo de la vida de Sagan, pero muy por encima al igual que sus compañeros, lo que hizo que el profesor les aconsejara investigar en internet. Pero la tarea no era simplemente describir el cosmos, sino hacer algo original, un relato inspirado en este personaje. Este trabajo de
fin de curso, tendrían que entregarlo en quince días y contribuiría a subir la nota de la asignatura de ciencias.
Mientras caminaba por las calles de Sanlúcar de Barrameda, la brisa salada del mar llenaba el aire. Su padre, como siempre, estaba trabajando con las redes en el puerto, preparándose para la próxima faena. Su madre, como era habitual, se encargaba de los quehaceres en casa. Juan adoraba la tranquilidad de su vida, pero aquella noche no podía dejar de pensar en algo más.
Era la noche de San Juan, y no era solo una noche cualquiera. Hoy se reencontraría con Lucía, la chica de la que estaba secretamente enamorado. Lucía, con su melena rubia y ojos azules como el cielo despejado, venía cada verano a Cádiz desde San Sebastián, donde pasaba unos días en la casa de sus abuelos en Guetaria. Desde que se conocieron el verano pasado, no habían dejado de hablarse por WhatsApp y llamadas. Ahora, por fin, volverían a verse.
La playa del Guadalquivir estaba llena de jóvenes, celebrando San Juan alrededor de las hogueras que iluminaban la orilla. Las risas, el crujido de las llamas, y el sonido de una guitarra acompañaba el cante de un cantaor flamenco que se mezclaba con el murmullo del mar. Juan había llegado antes para encontrar un lugar más apartado, un rincón donde
pudieran hablar sin que el bullicio les interrumpiera.
Cuando Lucía apareció, todo en él se detuvo por un segundo. Su corazón latía fuerte mientras ella se acercaba, se quedó parado un instante, observándola, y se fundieron en un abrazo que reflejaba el tiempo que habían estado separados.
—»Te he echado mucho de menos»— dijo Lucía, con su característico acento vasco que a Juan le encantaba escuchar.
—»Yo también»— respondió Juan, mientras colocaba una manta sobre la arena. Había traído unos bocadillos y bebida, preparado para pasar una noche junto a las hogueras, bajo el cielo estrellado.
Hablaban sin parar, poniéndose al día de todo lo que había ocurrido en sus vidas durante el último año. El tiempo había pasado rápido para ambos, pero aquella noche, parecía detenerse para ellos. Juan no podía dejar de mirarla, fascinado por la forma en que sus ojos brillaban bajo las estrellas.
Entonces, recordó el encargo de su profesor.
—»Mi profesor de ciencias nos ha mandado hacer un trabajo sobre el cosmos, un relato, inspirado en Carl Sagan»— comentó Juan, rascándose la cabeza. —»El problema es que no sé ni por dónde empezar.
He estado mirando por internet su biografía, pero no tengo ni idea de cómo hacer algo interesante»—.
Lucía lo miró pensativa, ella conocía bien la historia de Sagan pues su padre, Oscar, era el presidente de una pequeña asociación de astrónomos aficionados de Guetaria. Lucía, que era muy creativa, aportó rápidamente una idea. —»Si tienes que hablar de exploradores y estrellas, ¿por qué no mencionas también a Juan Sebastián Elcano? Él también fue un gran explorador. Nació en Guetaria, el pueblo de mi “amama”. Zarpó desde Sevilla y se hizo a la mar aquí, en Sanlúcar, siendo el primero en circunnavegar el planeta, es decir, en dar la vuelta al mundo.»— dijo, con una sonrisa.
Juan frunció el ceño, sorprendido. Sabía bien la historia de Elcano, pero no veía cómo conectar a un explorador marítimo con el cosmos y Carl Sagan.
—»¿Elcano? No lo veo, Lucía… No sé cómo podría juntar su historia con la del cosmos»— dijo, riéndose un poco de la ocurrencia.
Lucía no se rindió. —»Piensa en esto, Juan. Elcano se guió por las estrellas para completar su viaje. Quizás podrías contar una historia en la que Elcano y Sagan se encuentren de alguna forma. Al fin y al cabo, ambos utilizaron las estrellas, aunque en
épocas muy distintas. Los dos siempre miraban al cielo»—.
Juan miró a Lucía y aunque la idea le parecía un tanto absurda al principio, podía funcionar. Se quedó en silencio, dándole vueltas a la propuesta.
—»Bueno, supongo que podría intentar algo con eso. No estoy seguro de cómo, pero trabajaré en ello. Gracias Lucía»— respondió, sin dejar de mirarle a sus brillantes ojos.
La noche continuaba con Lucía y Juan junto a la hoguera, viendo cómo el fuego devoraba los trastos viejos que la gente llevaba para quemar. El cielo de Sanlúcar estaba despejado, y las estrellas parecían más cercanas que nunca, arropando la ceremonia de la hoguera de San Juan con el sonido de fondo del mar, mezclándose con el cante y la guitarra flamenca que se escuchaba a lo lejos.
Finalmente, ya de madrugada, ambos se despidieron con un gran abrazo y prometieron volver a verse al día siguiente. Juan, con la cabeza llena de ideas y emociones, llegó a casa alterado pero con una extraña sensación de entusiasmo. Abrió su portátil, decidido a comenzar su relato, pero apenas pudo escribir un par de palabras antes de caer rendido en la cama.
Mientras dormía profundamente, las estrellas en el cielo de Sanlúcar comenzaron a transformarse en algo más. Sin darse cuenta, Juan ya estaba entrando en un sueño que lo cambiaría todo.
